La Misericordia del Señor dura siempre (Sal.102)
Bendecimos a Dios,
que es nuestro Padre,
revestido de benevolencia.
Nos crea y nos recrea
en cada instante,
nos envuelve
en su mirada cariñosa.
La Misericordia del Señor dura siempre (Sal.102)
Bendecimos a Dios,
que es nuestro Padre,
revestido de benevolencia.
Nos crea y nos recrea
en cada instante,
nos envuelve
en su mirada cariñosa.